Película elegida por Diego Mauro, para compartir y debatir el martes 30 de junio de 2020 a las 19 horas por Zoom.
https://us02web.zoom.us/j/88552971023
Diego Mauro, al respecto de la película, escribe:
Ken Loach es uno de mis directores preferidos. Uno de los pocos que sigo. Tiene una filmografía extensa en cine y televisión que se remonta a los años sesenta y un buen número de galardones, sobre todo en el Festival de Cannes. Su cine, por lo general, es sencillo y frontal. Su lente suele enfocarse en los que la pasan mal y retrata las tremendas desigualdades que afligen a nuestras sociedades. Con el ascenso del neoliberalismo en los años 80 en Inglaterra, Estados Unidos y el mundo, sus películas se convirtieron en un constante grito de denuncia. Hay mucho de realismo social en su mirada, muchas reminiscencias del neorrealismo italiano y, claro está, del llamado “cine independiente”. No es raro descubrir en sus películas actuaciones amateurs y puestas en escena extremadamente austeras, casi “mínimas”. Tiene también películas de mayor envergadura, como Land and Freedom (1995), pero el hilo conductor de su cine es la sencillez. En términos ideológicos y políticos, su denuncia del capitalismo neoliberal ha sido implacable pero sin por ello dejar de retratar a la clase trabajadora y a los sectores marginales de la Inglaterra contemporánea con sus claroscuros y miserias. Un poco como en la película clásica de Ettore Scola, Brutti, sporchi e cattivi (Sucios, feos y malos, 1976). Sin embargo, en Loach, esa aproximación constituye siempre un paréntesis porque, finalmente, no todos son iguales y los buenos, tarde o temprano, aparecen con nitidez en sus películas. A veces alcanza para que algo, aunque sea mínimo, cambie, y a veces no, pero su presencia es siempre determinante. Sus películas puede ser tristes, duras, incluso por momentos devastadoras como I, Daniel Blake (2016) pero también, al mismo tiempo, optimistas como Raining Stones (1993) o Looking for Eric (2009) porque Loach sabe como pocos hallar fuerza y esperanza en el dolor y la injusticia.
Para algunos críticos, sus filmes son demasiado ingenuos y en muchos casos pobres técnicamente. Puede ser… pero la vida, si miramos bien, también está llena de ingenuidad y de “pobreza técnica” y, por supuesto, de esos personajes entrañables que Loach recupera en sus filmes y que nos rescatan cada día. The Angels´ Share (2012) no es su película más celebrada, tampoco la más sólida, pero me conmovió mucho cuando la vi en 2012. Ahora que lo pienso, creo que fue después de verla que empecé, tímidamente, a interesarme por el whisky. Tal vez, quién sabe, les ocurra lo mismo. Un drama con toques de comedia, una comedia teñida de drama… en cualquier caso con una buena dosis de esperanza. Una película para permitirse sentir y creer que el mundo vale la pena.
